En su trabajo, publicado en la revista 'Anaesthesia', los investigadores realizaron búsquedas en bases de datos para encontrar estudios que informaran sobre la mortalidad en la UCI de pacientes adultos ingresados con COVID-19. La principal medida de resultado fue la muerte en la UCI como proporción de los ingresos completados en la UCI, ya sea por alta de la UCI o por muerte. Por lo tanto, la definición no incluía a los pacientes que seguían vivos en la UCI.
Se identificó un total de 24 estudios de observación que incluían 10.150 pacientes de centros de Asia, Europa y América del Norte. En los pacientes con ingresos completos en la UCI con infección por COVID-19, la mortalidad combinada en la UCI en todos los estudios hasta finales de mayo fue del 41,6 %. Esto representa una caída de alrededor de un tercio de la mortalidad en la UCI del 59,5 % observada en los estudios hasta finales de marzo.
Sin embargo, los autores puntualizan que la mortalidad en la UCI por el COVID-19, alrededor del 40 %, sigue siendo casi el doble de la observada en los ingresos en la UCI con otras neumonías virales, en un 22 %.
Según los responsables, hay varias explicaciones para los hallazgos sobre la disminución de la mortalidad en la UCI con el tiempo: "Puede reflejar el rápido aprendizaje que ha tenido lugar a escala mundial debido a la rápida publicación de los informes clínicos en las primeras etapas de la pandemia. También puede ser que los criterios de ingreso en la UCI hayan cambiado con el tiempo, por ejemplo, con una mayor presión sobre las UCI en las primeras etapas de la pandemia". Así, añaden que es probable que los hallazgos también reflejen el hecho de que las largas estancias en la UCI tardan en reflejarse en los datos.
Fuente: 65ymas
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