Ha sido tal la generosidad para con la familia, que ahora ellos han buscado compartir lo que la gente les ha dado
La generosidad y fraternidad de los chihuahuenses se ha volcado sobre la familia Monreal Rivera, la cual perdiera todas sus pertenencias en el incendio que dejó reducida a cenizas y carbón la casa prestada en la que vivían, en la colonia Ávalos. Pero donadores de todos los niveles sociales han aportado alimentos, ropa, calzado, muebles y juguetes, siendo los casos más sentidos los de las personas humildes, que incluso se han quitado su chamarra para dársela al padre de familia que perdió sus bienes materiales.
La experiencia ha transformado a esta familia en un canal para hacer llegar apoyos a personas en situación vulnerable, como el caso de Mayra Galván Ruiz, cuya casa ubicada en el fraccionamiento Punta Oriente también se incendió; además de los vecinos de casas aledañas que sufrieron daños, a quienes también les han entregado muebles y apoyos. De igual manera se han repartido despensas, cobijas y ropa en colonias del extremo sur de la ciudad, como la 11 de Febrero y Vistas del Cerro Grande.
Así lo informó Rocío Rivera, la madre de familia, quien mencionó: “ha sido demasiada la gente que ha venido hasta en bici a traernos un poquito de despensa o una cobija. Supe de un señor que no tenía nada y se quitó la chamarra para dársela a mi esposo. Ha sido infinidad la gente que nos ha ayudado y muchísimas gracias, de corazón.
No tengo palabras para agradecer todo lo que han hecho” agradeció. Hasta la vivienda donde viven provisionalmente en la colonia Villa Juárez, ha llegado ropa, juguetes, muebles, zapatos, incluso una televisión. “No me puedo negar a seguir recibiendo porque sé que lo hacen de todo corazón y se los recibo igual, entonces lo que hago es compartir con gente que lo necesita”.
Entre los beneficiarios de la avalancha de apoyos que ha recibido la familia Monreal Rivera, está Mayra Galván Ruiz, a quien se le incendió su casa en la colonia Punta Oriente; así como los vecinos de las casas marcadas con los números 14 y 16 de la Manzana 35 de la colonia Ávalos. “Esta niña que supimos que se quedó sin nada, Mayra Galván Ruiz, le llevamos despensa, ropa, cobijas; tengo camas para ella, pero no se las he llevado porque no tiene dónde ponerlas.
Le dije que cuando estuviera más tranquila y se calmara, me hablara para llevarle las camas, son tres. No se lo esperaba, está muy agradecida, pero estamos pasando por lo mismo y gracias a Dios la respuesta con nosotros ha sido muchísima, lo único que puedo hacer es compartir y repartir de lo que nos han dado”.
La generosidad de los benefactores de los Monreal, ha llegado hasta gente de bajos recursos de las periferias, que tienen muy poco o nada; por tal razón el pasado domingo destinaron su tiempo y recursos, que llegaron como una cadena de ayuda a los menesterosos, incluyendo la donación de ropa, zapatos, y ayuda en general. “No me esperaba tanta respuesta, gracias a Dios ha sido mucha y no hay palabras con qué regresar lo que han hecho con nosotros. He recibido muchos mensajes, hay mucha gente que nos ha mandado ayuda, que ni nos conoce, ni nos ha visto, a veces ni vienen y nos la hacen llegar” finaliza.
>No dejen a sus hijos solos, exhorta Rocío Rivera
> “Gracias a Dios el niño supo cómo reaccionar, no se asustó e hizo las cosas bien”, señaló
“Me cambió la vida, fue una experiencia muy dura, muy difícil, fue impresionante lo que sentí de ver cómo quedó la casa y que mis hijos estaban adentro. No los dejen solos ni 5 minutos para nada, porque se nos hizo muy fácil ir y venir a la papelería en 10 minutos y en 3 minutos nos quedamos sin nada y nos pudimos haber quedado sin hijos.
Los accidentes pasan estés o no estés, pero más vale estar ahí” exhortó Rocío Rivera, madre de los tres pequeños que lograron salvar la vida del incendio que consumió la vivienda de la colonia Ávalos. “Gracias a Dios el niño supo cómo reaccionar; no se asustó y supo cómo hacer las cosas bien” abundó, al tiempo que enfatizó que la rápida acción que les salvó la vida, ha sido gracias a estar indicándoles constantemente qué hacer y cómo reaccionar cuando se les presente una emergencia, por lo que se dijo agradecida con Dios de que en ese momento el niño haya reaccionado favorablemente.
“Siempre les he dicho cualquier cosa, salgan y pidan ayuda, si andan jugando y ven a alguien desconocido, salgan corriendo para adentro”. Sobre el daño que también sufrieron sus vecinos, mencionó que su familia les ha otorgado despensas y muebles, sobre todo el de la casa contigua a la recámara donde se inició el fuego; además proveerán material de construcción que les ofreció un donador para reparar su casa y que compartirán con su vecino. “Infinitas gracias a todo el mundo” finalizó.
>AFIRMA PEQUEÑO QUE SALVÓ A SUS HERMANOS DEL INCENDIO; De grande quiero ser policía, bombero y doctor:
El pequeño niño con alma grande, manifestó que “de grande quiero ser policía, bombero y doctor para ayudar a la gente. Me siento mal, siento que es mi culpa cuando alguien fallece y tengo que hacer algo para evitarlo” manifestó Santiago Monreal Rivera, quien salvó su vida y la de sus hermanos de 5 años y 8 meses de edad, en el incendio registrado en la colonia Ávalos.
De igual manera hizo una recomendación a los niños que se pudieran encontrar en una situación de peligro, para que reaccionen con rapidez y de manera adecuada. “No se paralicen, no se escondan, vayan a otra parte en donde no estén en peligro. Si se quedan encerrados, rompan la ventana para que se salgan por ahí” alertó.
“Gracias con todo mi corazón” expresó el niño a quienes de manera generosa han aportado ayuda para él y su familia, al perder todos sus bienes materiales en el voraz incendio, del que sólo se pudo rescatar un chupón para que su hermanito de 8 meses no llorara. Santi, como le dicen sus allegados, estudia el tercer año en la escuela primaria Miguel Hidalgo, donde muestra preferencia por materias como Español e Historia, por encima de las Matemáticas, que según su mamá Rocío “siempre han sido su coco”.
Con nostalgia en sus ojos de profunda mirada, discordante con su edad de apenas 8 años y próximo a cumplir los 9, manifestó la tristeza de haber perdido sus cosas en el incendio de su casa. “Me siento muy triste porque se quemó nuestra casa y por lo que nos están dando, sí me está empezando a gustar. Pero mis cosas que allá tenía eran únicas, lo que más voy a extrañar es mi casa. Yo quiero mucho a mi casa, porque ahí estaban mis juguetes y mis cosas preferidas y se quemó todo.
Me siento triste y solo” dijo con la inocencia propia de su edad. Por otra parte, manifestó su satisfacción al haber librado su vida y la de sus hermanitos. “Me siento bien porque ayudé a mis hermanos y porque estamos bien, fue muy difícil. Lo más difícil de todo fue que en ese momento no pudiéramos recoger nada, sólo recoger el chupón y ya y con el chupón ya no lloró mi hermano chiquito. Mateo no me dijo nada, se quedó así y lloramos juntos” finalizó
FUENTE: El Heraldo de Chihuahua
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