¿Te interesa rentar tu casa o departamento e incrementar tus ingresos sin correr tantos riesgos, pero no sabes cómo hacerlo?
Si es tu caso no te preocupes. Sólo necesitas definir un precio razonable del inmueble que desear ofrecer en alquiler, asegurarte que la propiedad esté lista para se habitada, investigar a tu inquilino y redactar un contrato o acercarte a un profesional inmobiliario.
Para concretar tales objetivos, te presentamos las siguiente lista de recomendaciones:
Definir un precio razonable
Un precio exorbitante e injusto no interesará a nadie. Por lo tanto, una manera fácil para establecer un valor razonable es comparar tu propiedad con otras similares, ubicadas en las cercanías. Este trabajo ya no es tan complicado como antes, por Internet puedes acceder a vastos catálogos inmobiliarios y filtrar los resultados que deseas.
Tener un inmueble que sea presentable
Siempre que haya un interesado, es necesario tener la propiedad en las mejores condiciones. Si se tiene que invertir un poco para mejorar su estado, se podrá elevar un poco el precio de la renta para recuperar el dinero. De todas maneras, lo principal es siempre demostrar la mejor cara de la vivienda y destacar, siempre que posible, las ventajas de vivir en ella.
Conocer al inquilino lo más posible
Además de definir el precio, los días de pago y las condiciones que pones para rentar el inmueble, es muy importante saber quién es tu futuro inquilino. Por ejemplo, pregúntale cuál es su profesión y solicítale un comprobante ingresos, lo cual te permitirá ver si podrá pagar la renta. También pide referencias personales e intentar obtener datos de un anterior arrendador para ver si el inquilino es realmente fiable.
Recurrir a un profesional para elaborar el contrato
El contrato de arrendamiento es un documento eficaz para evitar problemas legales. Por tal, es siempre recomendable acudir a la asesoría de un abogado para la preparación de este contrato.
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