Abuelo cumple deseo de su nieto y convierte su auto en el 'Rayo McQueen'

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CIUDAD DE MÉXICO.- El valor de la palabra y el profundo amor de un abuelo a su nieto, fortalecido a pesar de las contingencias que les presentó la vida, son los estandartes de la conmovedora historia que protagonizan Carlos Ceñal yBenjamín, de 3 años.

El niño desde muy pequeño debió superar, en base a una fuerza de voluntad encomiable, diferentes enfermedades, contando con la compañía inseparable de su abuelo, quien, en ese afán por darle todo, en los últimos días le cumplió su sueño.

Transformó su propio automóvil en el “coche del Rayo McQueen”, el personaje de la película “Cars” que apasionó a Benjamín desde sus primeros días de vida.

En abril de 2012, Carlos Ceñal, ex juez de línea de primera división, recibió la grata noticia de que su hija Natalia le iba a regalar un nieto. Benjamín nació el 9 de enero de 2013, pero a los pocos días le detectaron una afección en el colon y debió ser operado.


Foto: Twitter



















En la cirugía el niño contrajo una infección, por la cual tuvieron que colocarle provisoriamente un ano contra natura. Mientras el chiquito se hallaba en terapia intensiva, a su abuelo lo marcó a fuego su mirada: “Me llamó la atención cómo lo atrapaban los autos, los colores y el ruido de lo vehículos”, le confesó Ceñal a“Crónica”.

Ante esto, la familia decidió llevar un reproductor de dvd a la sala, donde se le pasó la película “Cars”, que sedujo al pequeño y que llegó a ver varias veces por día.

Cuando el pequeño confundió el auto de su abuelo, un Chevrolet Agile con el de Rayo Mc- Queen, comenzó a escribirse la gran historia de amor.

Carlos, conmovido por la pasión de su nieto hacia el personaje de la película, le preguntó: ¿Quieres que el abuelo sea como el Rayo? No podía ser otra que una respuesta afirmativa, así que el hombre puso manos a la obra.

Piloteó el auto

Le llevó un tiempo, pero el ex juez de línea decidió pilotear su auto como el de Rayo. Trató de no dejar de lado ningún detalle para sorprender a Benjamín.

Finalmente, en la mañana del último martes, el abuelo esperó a que su nieto regresara del jardín de infantes junto a su madre y, apenas arribó a su vivienda, le recordó: “¿Te acordaste lo que te prometí? Está en la puerta, andá a verlo”.

Al escuchar esas palabras, el niño corrió hacia la ventana y comenzó a repetir: “Es el Rayo, es el Rayo”, mientras observaba el vehículo de su abuelo, idéntico al de la serie.


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