James Walker es un joven de 16 años de edad al que le gusta el rugby, el pop, tiene una novia y vive con su familia en Hull (Inglaterra). Es como un adolescente cualquiera, excepto por una cosa: sufre el síndrome de Lennox Gastaut desde que nació. Por ello sufre ataques continuos, se mueve en silla de ruedas y no ha podido decir ni una sola palabra. Hasta este año.
El chico, que asiste a la escuela de educación especial Frederick Holmes School, aprendió en secreto a usar un ordenador instalado en su silla por el cual puede hablar. El sistema es similar al que utiliza el físico Stephen Hawking, pero mucho más sencillo: consiste en una pantalla táctil en la que hay diferentes iconos que representan palabras.
Decimos que lo aprendió en secreto porque James decidió no contárselo a sus padres. Prefirió aprender y practicar en su escuela hasta que fuera capaz de usar el sistema. Y con la primera persona que lo utilizó fue con Gina, su madre.
Los profesores de James llamaron a su casa y pidieron a la madre que se pusiera al teléfono, que había alguien muy especial que quería hablar con ella. “Las primeras palabras que me dijo fueron “Hola, mamá”. Fue maravilloso, me puse a llorar”, recuerda Gina James en la página web de la BBC. “Es impresionante poder escuchar a tu hijo por primera vez, aunque sea a través de un ordenador y con una voz robótica”.
El ordenador de James le permite alcanzar un nivel de vocabulario muy superior al que tenía. Antes solo podía señalar las cosas que quería con los ojos, y ahora va a poder expresar sentimientos complejos, gracias a la posibilidad de crear frases uniendo palabras que da el software. “Me da escalofríos, es maravilloso poder tener charlas con mi hijo”, asegura Gina James.
Por ejemplo, antes del ordenador, Gina daba a su retoño dos posibles combinaciones de ropa por las mañanas. Él era el que elegía, pero solo podía hacerlo con la mirada. “Pero nunca tuve claro si miraba para decirme que algo no le gustaba o en realidad le gustaba. Ahora me puede decir claramente ‘no me gusta’ y así podemos cambiar las prendas”, explica la mujer.
FUENTE: YAHOO
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